Hay algunos intentos de aproximar
ambas posturas. Por ejemplo, el Papa Juan Pablo II apostó por complementar las
dos y según él, la Teoría de la Evolución no excluye la intervención de la mano
divina. Los expertos reconocen que la evolución describe un proceso que rige el
desarrollo de la vida en la Tierra.
Al igual que otras teorías
científicas, la evolución sólo se
refiere a objetos, eventos y procesos en el mundo material. Según esta visión,
la ciencia no tiene nada que decir de una manera u otra acerca de las creencias
espirituales de los pueblos. Sin embargo, una corriente cada vez con más
seguidores muestra que ciencia y religión representan dos maneras de responder
a las mismas grandes preguntas de la humanidad. La ciencia da una respuesta
basada en hechos y evidencias y la religión en la creencia sin evidencias que
es la fe. La ciencia hoy en día estudia el origen de las religiones como un proceso
natural producto del desarrollo del cerebro.
Fuente: Revista Andalucia innova especial Evolución.
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